"Cuando el hombre mostró su arrogancia, Dios destruyó la Torre de Babel y todos empezaron a hablar lenguas diferentes. Pero en Su gracia infinita, creó también un tipo de persona que habría de reconstruir esos puentes y permitir el diálogo y la difusión del pensamiento humano. Ese hombre (o mujer) cuyo nombre pocas veces nos molestamos en averiguar al leer un libro extranjero: el traductor" (Paulo Coelho).
jueves, septiembre 30, 2010
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